Ciudadanos europeos, como son los rumanos, expulsados de un país europeo como es Francia. ¿Qué hay de la libre circulación de personas, servicios y mercancías, bandera de la Unión Europea (UE)? Las críticas no se han hecho esperar desde la Comisión Europea. A las cuáles, Sarkozy ha contestado con sorna.
La UE se contradice. Una unión cuyo objetivo es eliminar las fronteras, crear un superestado compuesto de otros varios, y uno de sus más importantes miembros, Francia, rompe unilateralmente con este principio.
Una iniciativa personalista del presidente francés, Nicolás Sarkozy. Incluso muchos de sus ministros se han desmarcado de su ¿populista? ¿racista? posición.
En horas bajas y con las encuestas en su contra, iniciativas como ésta responde a un incremento de la inseguridad ciudadana en los suburbios de la periferia de las grandes ciudades como París. Así como al aumento considerable de campamentos ilegales en las afueras de muchas ciudades francesas.
Algo que no es nuevo y que Sarkozy ha querido "combatir" justo ahora. Y tampoco le está saliendo mal la jugada. Casos como el de Bettencourt, la crisis económica y sus bajos índices de popularidad han quedado en un segundo plano. Pero Durao Barroso, desde la Comisión Europea, antes que desautorizar rápida y firmemente al presidente francés le ha dado aire mediante unas declaraciones absurdas comparando este hecho con el Holocausto.
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